MUCHA AGENDA, Y POCA VERGÜENZA
Mucha agenda, y poca vergüenza por Jennifer Barreto-Leyva-
Si algo tiene el tiempo, es que siempre pone todo donde corresponde, y concede la razón a quien la tiene.
Mi abuelo tenía una frase lapidaria: “No hay plazo que no se cumpla, ni factura que no se cobre”.
Los pocos que hemos advertido de distintas formas sobre la maquiavélica agenda 2030 en Puerto Rico, fuimos tildados cuando menos de dementes, sin embargo, todo lo expuesto se ha cumplido paulatinamente, una y otra vez.
La ignorancia quedó al desnudo, así como los terribles planes globalistas.
Algo en política que es importante que usted aprenda: cada vez que un político que representa o defiende grupos minoritarios y se lanza en elecciones, tiene como único fin abogar en pro al grupo que representa. Nada más.
Así se ha cumplido en la historia política del mundo, una y otra vez. Y de esto hablaré en esta oportunidad.
Recientemente escuché la propuesta “Calles con nombre de mujer” apostando a la supuesta equidad de género, proyecto promovido por un representante del partido Popular. Una propuesta absurda, hueca y sin sentido que es parte de la obligatoriedad e imposición del feminismo radical a estar en todos los espacios. Las nefastas cuotas donde la meritocracia brilla por su ausencia.
Pero me pregunto, si quieren tanto la equidad ¿por qué no hacen propuestas para castigar a las mujeres que fabrican casos? a las mujeres que ejercen alienación parental, o a las mujeres que usan la manutención que a través de corte consiguen, y es usada en personas que no son sus hijos, como sus nuevas parejas. Casos de estos tres ejemplos sobran.
¿En qué cambia las cosas que las calles tengan nombres de mujeres? ¿Reduce esto el número de delitos que crece a la velocidad de la luz? ¿Arregla esto la profunda crisis mental de la isla?
¿En qué aporta a la crisis moral e institucional de Puerto Rico?
¿Cómo soluciona esto la marea verde y nefasta que está destrozando vidas en Puerto Rico?
¡Hay tantos problemas! Que venir a gastar tiempo y dinero en esto, me ofende y preocupa profundamente como ciudadana.
Y si hablamos de agendas, es imperativo agregar la más reciente, el irrespeto a la religión y a Dios, metiéndolo en temas de sexualidad, y tópicos de estricto carácter personal y mental.
Hablan de que saquemos nuestros rosarios de sus ovarios muy indignadas, cuando defendemos y protegemos la vida, pero no les molesta meter a Dios, cuando se trata de manipular y vender sus ideologías populistas absurdas, tan llenas de despropósitos y tan macabras.
Puerto Rico se cae a cantos, y no hizo falta que llegara ningún huracán.
La podredumbre progresista, la ignorancia y la profunda falta de vigilancia están haciendo su trabajo solo.
Por supuesto con ayuda de los medios, todos de rodillas ante el mal, sirviéndole de alfombra a tanta vileza junta.
Muchos esperan a las elecciones creyendo que con votos mágicamente se resolverán las cosas.
Aún no entienden la profundidad y magnitud del daño, cuando lo vean, quizá sea demasiado tarde y ya nada se podrá hacer.
No hay que esperar a que nos arreen, o comanden. Todos en pequeño tenemos el poder de hacer muchas cosas.
Si algo aprendí en tantos años en política, que aquello que dijera alguna vez el escritor español Ángel Ganivet es profundamente poderoso: “Cuando los de abajo se mueven los de arriba se caen”.
Los políticos lo saben, es por ello que han trabajado en forma ardua en mantener manipulada e intervenida a la ciudadanía. Mientras “el pueblo” sea manejable, ellos siguen en el poder. Ellos se sienten intocables.
El tiempo transcurre sin piedad, y la ciudadanía sigue bailando en Tik Tok o viralizando necedades.
Dios se apiade de nosotros. ¡Hasta la próxima!