Elizabeth Torres

View Original

No es No por Jennifer Barreto-Leyva-

La tozudez gubernamental me obliga esta semana a hacer estas reflexiones, tema con el que he mantenido prudente silencio. El tiempo apremia y están en juego nuestros niños, entre muchas otras cosas.

El nombramiento de Vilmarie Rivera Sierra como Procuradora de las mujeres para quien es un ciudadano consciente, ha sido una preocupación recurrente de la cual ha intentado educar y alertar a su entorno. Casos sobran, y así como las plataformas Alerta Puerto Rico, Mujeres por Puerto Rico, la senadora Joanne Rodríguez Veve entre otras instancias, también hay ciudadanos que son simples usuarios de redes sociales que comparten la preocupación y el sentir, y han manifestado su profundo descontento con esta decisión unilateral e impositiva del gobernador Pedro Pierluisi.

Porque sí, no se le consultó a nadie si estaba de acuerdo o no con este nombramiento. Y si un funcionario va a trabajar para la ciudadanía, lo mínimo que alguien con una pizca de decencia y honesto interés por el sentir de la población hubiera hecho sería consultar con la gente.

El silencio es complicidad, hoy, mañana y siempre. Y creo firmemente que por pequeña que sea una voz, siempre es importante, y siempre cuenta. Días atrás me expresé brevemente en mi programa The JBL show y hoy quiero desmenuzar para usted, como siempre de forma sencilla, el por qué tantos estamos en contra de este nombramiento, que “casualmente” solo las feministas apoyan, y “casualmente” solo una (01) plataforma feminista insiste en aseverar que esto ha tenido una gran receptividad entre la población de la isla, cuando los hechos dicen todo lo contrario.

Es de reconocer la trayectoria y preparación académica de Vilmarie Rivera Sierra, sería mezquino negar que ella ha asistido a mujeres en situación de violencia doméstica. Los testimonios están ahí y deben contarse. Sin embargo, así mismo debe reconocerse el registro que puede recogerse en medios y redes sociales, del apoyo y promoción inequívoco que Rivera Sierra le brinda al aborto. Es decir, ella apoya y avala el asesinato de nuestros niños, en nuestros vientres, porque eso es.

Entonces ¿Cómo se supone que van a proteger mis derechos con esta premisa? ¿No se supone que la vida debe cuidarse en todas sus etapas?

El aborto no es solo el asesinato de un bebé –que ya es bastante grave- sino es además el dejar a una mujer maltrecha y marcada para siempre física, mental y emocionalmente, eso sí, en caso de que sobreviva a este procedimiento médico.

Pero vayámonos más allá, Vilmarie Rivera Sierra es también promotora, vocera y firme creyente del feminismo. Movimiento que en su momento fuera necesario, pero que hoy por hoy se utiliza solo para despropósitos.

El feminismo ha intervenido, penetrado y manoseado absolutamente todo.

Por ejemplo, lo que hasta hace poco se conocía como homicidio pasional ahora le llaman “feminicidio”. Una calificación legal absurda que tiene como presupuesto y base que los hombres odian tanto a las mujeres que buscan quitarles la vida. Sin embargo, cuando mujeres abusadoras y violentas, crean casos, hacen denuncias falsas, vejan, maltratan y matan a los hombres, el silencio es el rey de la conversación. Y hasta celebran, no me lo han contado, lo he visto con mis propios ojos.

El feminismo empezó en su momento como un movimiento social necesario para reivindicar y darle voz a las mujeres, que en muchos ámbitos eran silenciadas, abusadas, invisibles e inexistentes. Hoy por hoy es una vulgar mafia, en la que, si no comulgas con ellas, te silencian, quiebran y desaparecen de todas las formas, al mejor estilo nazi.

Esta historia se empeora, cuando traemos la ideología de género a la ecuación, que bien ganado tiene el nombre de “dictadura de género” puesto que maneja el mismo carácter impositivo y violento del feminismo. Esta es una ideología y postura que Vilmarie Rivera Sierra apoya y aplaude pública y abiertamente.

Una ideología que sexualiza a nuestros niños, nos obliga a llevar a tolerar la propuesta aberrante de turno, como por ejemplo llamar a un hombre con vestido mujer, porque hay que “tener empatía y respetar sus deseos”. Es una ideología que aplaude que a nuestros niños se les hormone y mutile, todas las veces que cada infante o menor decida, porque satisfacer los caprichos de un bebé es lo importante.

Ideología que habla de deconstrucción masculina, es decir, feminización de los hombres y pare usted de contar.

Y por si no ha entendido, ahora quizá comprenda mejor: ella es una empleada pública y su sueldo lo pagamos todos con nuestros impuestos. Es decir, cada aborto, hormonación, cada ley donde nos obliguen a hacer lo que sus propuestas indiquen, todo, absolutamente todo, aunque no estemos de acuerdo, saldrá de nuestros bolsillos.

Con la responsabilidad de hacer juicios balanceados, he leído y visto cada intervención, artículo, análisis, expresiones de quienes se oponen a este nombramiento, así como de quienes se alegran, inclusive las propias expresiones de Rivera Sierra.

Los números son claros, la voluntad de la gente es pública y notoria. Quien quiera llamarse a engaño, es por decisión, jamás por falta de argumentos, evidencias y pruebas.

De todo esto, lo que más me preocupa, es la forma solapada en que Pedro Pierluisi, gobernador de Puerto Rico, emula maneras dictatoriales con todos y cada uno de los des-propósitos de la agenda 2030 con la sumisión y aceptación ciudadana.

Hace rato el rey está desnudo, preocupante que solo unos pocos se han dado cuenta.

¡Hasta la próxima!

Encuentranos en Facebook: https://facebook.com/politicaenfaldas

En Instagram: https://instagram.com/politicaenfaldas

En Spotify: https://open.spotify.com/show/4nJpFHwxOuRRBr0Birk0m3?si=c7d73e61b6904c5e

En Gettr: https://gettr.com/user/politicafaldas

En Twitter: https://twitter.com/PoliticaFaldas

Para comunicarse con el programa, a través de politicaenfaldas@gmail.com