Mujeres modernas por Jennifer Barreto-Leyva-

Esta semana les hablaré de uno de los objetivos más importantes de la agenda 2030: la destrucción de la mujer.

Tendría que ser usted en exceso despistado e ingenuo para no haber advertido lo que está sucediendo con las mujeres. Poco a poco se nos borra de espacios reduciéndonos a simplemente cuerpos con funciones. Ahora somos “personas menstruantes” o “personas gestantes” términos que ya utilizan con absoluta normalidad y regularidad todos los medios masivos que dictan a dedillo la narrativa que como borregos la mayoría sigue. Revise y verá...

En esta narrativa distópica, nauseabunda y perversa, ahora el concepto de mujer, lo extienden hasta hombres que se visten y auto perciben como tal.

En República Dominicana en el argot popular les conocen como “mujeres modernas”. Y viéndolo bien, el término no está alejado de la verdad. Puesto que el postmodernismo, el gran cáncer que está destrozando la sociedad, es la casa que aloja y da estructura estas aberraciones que van contra toda lógica, hecho biológico o científico.

Según cifras del licenciado Pedro Rondón quien es psicólogo y magister en orientación sexual, el grupo de personas con disforia de género, representa solamente el 1% de la población mundial. Un 1% que pretende imponerse sobre el 99% restante. Pero eso sí, sin sacarse las palabras tolerancia y diversidad de la boca.

De las cosas más graves y delicadas de este particular punto de la agenda 2030, está el apoyo y gestas de mujeres aplaudiendo que se nos borre de forma paulatina de todo espacio. Poca cosa más deleznable siempre será para mí, una mujer que participe en el borrado de las mujeres.

Esto cruza todo límite, no es cualquier cosa.

¿Cuál es la diferencia entre esto y lo que hacen los talibanes? Ninguna. Una es más visible que la otra y aplicada de forma salvaje, pero ambas son igual de graves y abominables.

Recientemente se dio a conocer la creación de Ectolife, una matriz artificial que fue hecha para ayudar a mujeres que han padecido de cáncer o que por diversas razones médicas no pueden tener hijos, pero si usted sabe ver más allá, como yo, sabrá hacia qué fin va dirigido este invento de la medicina.

Todo está encaminado al borrado y suplantación de la mujer. Al destruirse la figura de la mujer, lo próximo será el hombre y por consiguiente la familia. Sin familia no hay sociedad, no hay nada.

¿Han oído de masculinidades tóxicas y hombres deconstruidos? Con ellos ya empezaron también. De hecho, mientras usted me lee, en México ya han impartido cursos de esta materia, con sus respectivos graduandos.

De los niños se están encargando ahora mismo, sexualizándolos, pervirtiéndolos, abortándolos, robándoles su identidad como hombres y mujeres del futuro.

El ser mujer no es un sentimiento, ni mucho menos un disfraz. Ser mujer, y siempre lo diré, es una de mis bendiciones más grandes. Nosotras damos vida, calor de hogar, nutrimos con amor, y eso no se opera ni se hormona, aunque le moleste a ese 1% de personas que pretende borrarnos de todo espacio suplantándonos.

Si usted me está leyendo y es mujer, le pido, defienda su sexo, no ceda sus espacios, no comprometa sus valores. Actúe sin miedo. Que nadie apague su voz. Lo único que debe preocuparle es su consciencia y que su silencio es complicidad.

Las “fobias” que le achaquen o las cualidades y difamaciones que le inventen, esos mismos que dicen que “amor es amor” pero si les llevan la contraria hasta te desean la muerte, simplemente a usted no le deben afectar. Usted sabe quién es y con eso es suficiente.

La cultura de la cancelación no solo va hacia los que somos más visibles, la idea es silenciar toda voz crítica y eso incluye la de usted que me lee.

Si lo silencian y le neutralizan su voluntad, no hay nada más que hacer.

Tomando las palabras de la investigadora Myriam Al Fawal:

“La voluntad es uno de los dos elementos que definen el raciocinio de las personas. Si te falta voluntad, te falta libertad. Si te falta voluntad, huye tu seguridad. Si te falta voluntad, no puedes hacerte respetar.”

Para ser mujer, usted debe haber nacido como tal. Porque no hay tal cosa como mujeres con próstata. La biología no miente, le guste a quien le guste.

Solo las mujeres menstruamos, gestamos y somos mujeres.
“Procure recordar que la tolerancia se convierte en un crimen, cuando se tiene

tolerancia con el mal” Thomas Mann.

¡Hasta la próxima!

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