Elizabeth Torres

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¿GANÉ YO? NO. GANÓ EL CIUDADANO COMÚN.

SOÑAR / Esta misión a la que me lancé como última candidata aquel domingo, 28 de febrero de 2021 resultó ser un curso en la mejor universidad; la universidad de la vida. Desde ese día decidí poner en ejecución una vez más aquella cita de mi más admirado héroe Martin Luther King Jr:

“Un ganador es un soñador que nunca se rinde”.

EL RECHAZO / En todo este proceso eleccionario, que se suponía sucediese fuera de líneas de partido, ya de entrada fui menospreciada, subestimada y vilmente atacada. Pero, lo más patético, aunque para muchos bastante predecible, fueron las patrañas de aquellos a quienes por décadas muchos estadistas como yo hemos confiado nuestro voto.

EL EQUIPO / El hecho de ser una ciudadana común y de llegar con ojo crítico y posturas fuertes e inamovibles, acompañada por Dios y por un grupo de trabajo tan íntegro como yo; mi santa madre y hermanos, mis amigos de años Leida, Jesús y Eva, mi pareja Edwin y mis hijos/cheerleaders, mi equipo Jany, Rafy, Danny, Soto & Co., Adalberto, Marie, Gabriel y su hermosa madre, gente buena de verdad, me permitió ignorar a aquellos dentro y fuera de mi partido que trataron de obstaculizar mi camino.

TRAICIONES / Viví la vil traición de personas a quienes les ofrecí mi palabra y a quienes traté con amor, con verdadera lealtad pero que aún hoy carecen de la capacidad para discerninr quién viene a hacerles daño y quien viene a ayudarles. Es triste que en el mundo político algunos sean tan infelices, tan inseguros y anden tan deshumanizados que su reacción ante tanta paranoia sea destruir “por si acaso”. Pido paz para todos ellos, la necesitan con urgencia.

LA ESPERANZA / Pero, en esos rumbos de traición e hipocresía, de apariencias y manos sucias, nosotros brillamos. Ustedes y yo brillamos por ser distintos, por ser honestos, por ser íntegros, por vivir lo que profesamos y defenderlo. Así, no solo somos más felices, sino que la victoria es más dulce, más satisfactoria.

SACRIFICIO / Fueron semanas de extrahordinario sacrificio en tiempo y energía y hoy solo me resta decir, gracias. Gracias a todo el que envía un mensaje a través de mí, a todo ciudadano que consistentemente en todas las papeletas, aunque los portagonistas cambiaban, yo siempre fui una constante. Eso me honra, me reafirma, me reivindica, me hace feliz.

EL MENSAJE / Yo soy ustedes, represento el grito del pueblo que se movió a las urnas a rebelarse, en parte, contra todo lo existente. Mi victoria no es más que una lección democrática y un mensaje contundente de que un gran sector del pueblo está militante.

¡HARTOS! / Estamos hartos de tanto engaño y tanta corrupción moral, legal y ética. Estamos hartos de tanta cobardía para defender lo más importante que es la familia, la niñez y los derechos humanos; aquello que nos permite convivir y tener una sociedad más sana. A esos llamésmosle por lo que son; cobardes.

¡A LUCHAR! / Pero, aquí estoy, frontal, decidida, dispuesta a luchar, a marchar, a hacer una revolución real anclada en los valores. Aquí vengo a luchar por la IGUALDAD que merecemos como seres humanos dignos. Su confianza está depositada en mi corazón isla mía y de ahí no la saca nadie. Te amo Puerto Rico y por amor hago lo que hago. De nuevo, gracias.

¡VAMOS A DAR PASOS FIRMES POR LA ESTADIDAD!